domingo, 31 de enero de 2010

Esas molestas babosas

Mientras redactaba la entrada sobre el esqueje de frambueso me he acordado de lo molestas que pueden llegar a ser las babosas para nuestras plantas. Así que os voy a contar mi experiencia personal.

Tengo un patio exterior con muchas plantas. Con el paso de los años, empecé a ver cómo las hojas amanecían agujereadas de la noche a la mañana, y en la tierra y el suelo había muchas marcas transparentes (de esa sustancia que dejan al arrastrarse por el suelo).

Como no veía muchas no me quería preocupar demasiado. De vez en cuando, al cambiar las macetas de sitio, me las encontraba metidas por los agujeritos para salir el agua, entonces las sacaba con un palito y no le daba mucha importancia.





Busqué por internet una manera de acabar con ellas, porque me daba mucho asco cogerlas o pisarlas. La forma realmente eficaz de matarlas que encontré fue la siguiente: cubrir la babosa con un puñado de sal (de la de cocinar). Si es muy grande hay que echar más sal. Y ya lo creo que es efectivo, se muere muy rápido, lo malo es que luego es muy asqueroso recoger el cadáver, porque suelta líquido al morir.

Todas las noches salgo a "cazar babosas", con el salero en la mano. Si, de noche, porque al parecer las babosas son nocturnas, cuanto más tardes salgas, más babosas encontrarás. Yo una vez me encontré algo horrible: llegué tarde a casa, de madrugada, y descubrí que las babosas salen "en manada". Había un "río" de babosas de unos 5 cm de ancho aproximadamente, que atravesaba el ancho de mi patio, iban todas juntas. Eran demasiadas, y me gasté el salero entero... Fue asqueroso recogerlo todo al día siguiente y sé que suena a ciencia ficción, pero es real.

Si tenéis problemas con las babosas, espero que mi experiencia personal y el truco de la sal os sirva para algo.

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